lunes, 6 de septiembre de 2010

Prefacio


   «En primer lugar, definiré lo que es la ciencia ficción diciendo lo que no es. No puede ser definida como "un relato, novela o drama ambientado en el futuro", desde el momento en que existe algo como la aventura espacial, que está ambientada en el futuro pero no es ciencia ficción; se trata simplemente de aventuras, combates y guerras espaciales que se desarrollan en un futuro de tecnología superavanzada. ¿Y por qué no es ciencia ficción? Lo es en apariencia, y Doris Lessing, por ejemplo, así lo admite. Sin embargo, la aventura espacial carece de la nueva idea diferenciadora que es el ingrediente esencial. Por otra parte, también puede haber ciencia ficción ambientada en el presente: los relatos o novelas de mundos alternos. De modo que si separamos la ciencia ficción del futuro y de la tecnología altamente avanzada, ¿a qué podemos llamar ciencia ficción?

»Tenemos un mundo ficticio; éste es el primer paso. Una sociedad que no existe de hecho, pero que se basa en nuestra sociedad real; es decir, ésta actúa como punto de partida. La sociedad deriva de la nuestra en alguna forma, tal vez ortogonalmente, como sucede en los relatos o novelas de mundos alternos. Es nuestro mundo desfigurado por el esfuerzo mental del autor, nuestro mundo transformado en otro que no existe o que aún no existe. Este mundo debe diferenciarse del real al menos en un aspecto que debe ser suficiente para dar lugar a acontecimientos que no ocurren en nuestra sociedad o en cualquier otra sociedad del presente o del pasado. Una idea coherente debe fluir en esta desfiguración; quiero decir que la desfiguración ha de ser conceptual, no trivial o extravagante... Esta es la esencia de la ciencia ficción, la desfiguración conceptual que, desde el interior de la sociedad, origina una nueva sociedad imaginada en la mente del autor, plasmada en letra impresa y capaz de actuar como un mazazo en la mente del lector, lo que llamamos el shock del no reconocimiento. Él sabe que la lectura no se refiere a su mundo real.

»Ahora tratemos de separar la fantasía de la ciencia ficción. Es imposible, y una rápida reflexión nos lo demostrará. Fijémonos en los personajes dotados de poderes paranormales; fijémonos en los mutantes que Ted Sturgeon plasma en su maravilloso Más que humano. Si el lector cree que tales mutantes pueden existir, considerará la novela de Sturgeon como ciencia ficción. Si, al contrario, opina que los mutantes, como los brujos y los dragones, son criaturas imaginarias, leerá una novela de fantasía. La fantasía trata de aquello que la opinión general considera imposible: la ciencia ficción trata de aquello que la opinión general considera posible bajo determinadas circunstancias. Esto es, en esencia, un juicio arriesgado, puesto que no es posible saber objetivamente lo que es posible y lo que no lo es, creencias subjetivas por parte del autor y del lector.

»Ahora definiremos lo que es la buena ciencia ficción. La desfiguración conceptual (la idea nueva, en otras palabras) debe ser auténticamente nueva, o una nueva variación sobre otra anterior, y ha de estimular el intelecto del lector; tiene que invadir su mente y abrirla a la posibilidad de algo que hasta entonces no había imaginado. "Buena ciencia ficción" es un término apreciativo, no algo objetivo, aunque pienso objetivamente que existe algo como la buena ciencia ficción.

»Creo que el doctor Willis McNelly, de la Universidad del estado de California, en Fullerton, acertó plenamente cuando afirmó que el verdadero protagonista de un relato o de una novela es una idea y no una persona. Si la ciencia ficción es buena, la idea es nueva, es estimulante y, tal vez lo más importante, desencadena una reacción en cadena de ideas-ramificaciones en la mente del lector, podríamos decir que libera la mente de éste hasta el punto que empieza a crear, como la del autor. La ciencia ficción es creativa e inspira creatividad, lo que no sucede, por lo común, en la narrativa general. Los que leemos ciencia ficción (ahora hablo como lector, no como escritor) lo hacemos porque nos gusta experimentar esta reacción en cadena de ideas que provoca en nuestras mentes algo que leemos, algo que comporta una nueva idea; por tanto, la mejor ciencia ficción tiende en último extremo a convertirse en una colaboración entre autor y lector en la que ambos crean... y disfrutan haciéndolo: el placer es el esencial y definitivo ingrediente de la ciencia ficción, el placer de descubrir la novedad.»

PHILIP K. DICK
(Fragmento de una carta)
14 de mayo de 1981

Sé que insisto demasiado en esto, pero me parece importante que se sepa lo que es la, como dice Phil, buena Ciencia Ficción. Y él lo explica perfectamente: es la narrativa que obliga a desarrollar ideas en la mente del lector. Estoy totalmente de acuerdo en que la narrativa fantástica por lo general no tiene esta característica. No he encontrado otro género que me estimule tanto, que me deje ser protagonista en cierta manera, como la Ciencia Ficción lo ha hecho; un protagonismo cooperativo lector-escritor. Eso es lo mejor de todo, porque somos la cúspide de la subjetividad, y eso da demasiado juego. Por eso me decidí a crear un blog: enloquecería al silenciar mi mente. 

2 comentarios:

  1. Muy interesante carta, sísí.

    Para mí la ciencia ficción es la mejor forma de hablar de los problemas actuales extrapoĺándolos a realidades "paralelas" ya sean futuras, presentes o incluso pasadas.

    En eso Phillip K. Dick era un maestro, era capaz de plantear situaciones y mundos increíblemente profundos. Aunque donde cae, respecto a otros autores menos profundos como podría ser Orson Scott Card, es en su redacción y estructuración de los textos.

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  2. Depende de lo que hallas leído. Es cierto que hay novelas de Dick que se van un poco por las ramas , aunque yo lo asociaría a la enfermedad. Pero si has leído El hombre en el castillo o La penúltima verdad (ya no voy a decir Tiempo de marte ni Ubik , que son bastante más abstractas, pero que considero también excelentes novelas) son novelas que de principio a fin me parecen perfectas en la estructuración.

    Quizás es la última época del autor la que revela las complicaciones que estaba pasando por su dolencia. Fíjate que un año antes de su muerte escribió Valis ...

    Orson Scott Card tiene esa característica de hacer que te metas totalmente en la piel de los personajes: te hace sentir muy bien lo que ellos sienten. Pero veo una repetición de El juego de Ender en algunas otras novelas suyas de Fantasía.

    Aunque sinceramente, cada vez que leo más cosas de Dick más me convenzo de que en 1982 murió un grande de la Ciencia Ficción, sino el más grande.

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Lo único que no soporto son las faltas de ortografía, así que puedes poner a parir al mismísimo Asimov mientras lo escribas bien.